Amalfi es un municipio tranquilo y con un clima bastante agradable, ideal para un descanso lejos del bullicio y la contaminación de las grandes ciudades.
En el parque principal podemos disfrutar de la imponencia del templo de la Inmaculada Concepción, construcción de tres naves y estilo románico. Allí mismo y sobre un costado de la iglesia se encuentran los dos monumentos al célebre tigre de Amalfi, que en los años 50 devoró gran cantidad de reses. En realidad el felino era un jaguar que ha pasado a la historia por su apetito voraz.
Muy cerca del parque podemos disfrutar de una caminata hacia el alto del Cristo, una apacible colina desde donde se puede divisar todo el casco urbano del pueblo.
El jardín botánico es otro lugar con árboles, plantas y un nacimiento de agua cristalina, de donde se surte el acueducto municipal.
Finalmente, la cascada Caracolí es un balneario natural de gran belleza donde se puede disfrutar de la caída de agua y los charcos.